Cómo leer los ingredientes de un cosmético y no caer en el engaño.

Cómo leer los ingredientes de un cosmético y no caer en el engaño.

En primer lugar cabe mencionar que es importante leer bien la composición de un cosmético porque podremos detectar los ingredientes químicos potencialmente tóxicos. Si queremos cuidar nuestra piel de forma saludable y evitar alteraciones cutáneas no deseadas tenemos que desechar los productos cosméticos que contengan: aluminio y derivados, parabenos o, en su defecto, fenoxietanol, aminas  (DEA, MEA y TEA), sulfatos  (laureth, lauril), siliconas  (dimethicone, -thicone, PEG-), vaselinas  (parafinnum, petrolatum, ceresin) y derivados del petróleo (mineral oil).


Es inevitable utilizar conservantes para preservar las propiedades del producto y protegerlo de microorganismos u hongos indeseables, pero hay posibilidades inofensivas en la cosmética ecológica real de origen vegetal. Tal es el caso por ejemplo del sodium phytate, sodium benzoate, sodium dehydroacetic, xantan gum, dehydroacetic acid o potasium sorbate. Todas éstas tienen certificación ecológica y son aptas para el uso cosmético.


Ni siquiera hay que memorizarlo todo; existen buscadores webs o aplicaciones para móvil que te facilitan la comprobación de los etiquetados INCI, como por ejemplo, EWG’s skin deep (en inglés) o la app Ingred (en español).


Conociendo el INCI no sólo nos guiaremos por la imagen de marca y la publicidad de un producto, que pueden recurrir a la falsa tendencia del 0% y al “todo es natural”, y si realmente leemos el INCI comprobamos que es incierto o que a pesar de no llevar parabenos, por ejemplo, siguen utilizando alternativas igualmente perjudiciales para la salud.


Por último, sabremos si el reclamo de venta por su ‘ingrediente estrella’ es sincero o no. Si un sérum facial se vende como rico en Aloe vera pero en el etiquetado observamos que el Aloe vera aparece al final del listado INCI, descubriremos que el porcentaje de contenido es muy bajo y ese ingrediente que identifica al producto no es real.


Ahora tienes el poder de elegir con las máximas garantías para el cuidado saludable de tu piel.

 

¿En qué orden vienen los ingredientes?

Según la normativa, todos los ingredientes se enumeran en orden descendente, desde los más concentrados hasta los que tienen porcentajes inferiores al uno por ciento. A partir de ahí, pueden figurar en el orden que desee la marca. Pero a los consumidores les resulta complicado no sólo conocer la concentración de cada ingrediente sino también saber dónde se encuentra el límite del uno por ciento.

 

Cómo entender los nombres de los ingredientes.

Las sustancias de la fórmula se enumeran por su nombre químico o biológico. Por ejemplo, "el nombre biológico de una rosa es Rosa damáscena, pero hay otros tipos de rosa, como la raíz o la hoja, que se definen con una nomenclatura diferente", dice Qureshi. La lista INCI destaca qué parte del ingrediente se utiliza. Aunque saber exactamente qué es cada ingrediente es difícil, una rápida búsqueda en Google o en la base de datos CosIng de la UE debería aclararlo todo.

 

Ingredientes comunes que debemos conocer.

Aunque las fórmulas y sus ingredientes varían, hay ciertas palabras muy comunes con las que hay que familiarizarse. En muchas listas INCI, el agua es uno de los primeros ingredientes, así como los glicoles, que son "ingredientes solubilizantes que a veces hacen dudar a los consumidores porque suenan como productos químicos agresivos". No saques conclusiones precipitadas cuando veas nombres químicos confusos, ya que muchos de estos ingredientes son respetuosos con la piel, incluyen conservantes cruciales (pues mantienen la estabilidad de la fórmula) y contribuyen a que otros ingredientes se disuelvan en la solución, aumentando así la eficacia del producto.
 
En las etiquetas de los productos cosméticos los ingredientes deben mencionarse en inglés o en latín. ¿Por qué es esto? Se mencionan en inglés las sustancias químicas utilizadas y en latín los derivados directos de las plantas utilizando el sistema Linneo, con nombres binomiales de género y especie. Por ejemplo, el laurel pertenece al orden Laurales, familia Lauraceae, género Laurus y especie nobilis. La nomenclatura binomial aplicada al laurel es Laurus nobilis.


Que en inglés aparezcan los componentes químicos no quiere decir que todos los ingredientes que se mencionan en esta lengua sean sintéticos, puesto que también hay compuestos químicos naturales. En todo caso, en inglés aparecen los parabenos (se pueden identificar porque terminan en "benos" o "azos"), los PEGs o polietilenglicoles, PPGssiliconasparafinas(paraffin), que son ingredientes que suscitan controversia o incluso se asocian a toxicidad.


Para que un cosmético pueda considerarse vegano tiene que estar compuesto al 100% por materias primas naturales de origen vegetal y carecer de sustancias irritantes, tóxicas o peligrosas.

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